Fusión Skydance-Paramount: ¿qué les queda a las marcas para hacerse oír en un panorama mediático en plena reestructuración?

Entre la suspensión de Jimmy Kimmel Live! y el fin del Late Show, la América de 2025 revela que las fusiones mediáticas ya no son financieras, sino políticas. Al esgrimir la amenaza del CFIUS, Donald Trump convierte la consolidación en un pulso ideológico. Ante la unión de Paramount y Skydance contra Netflix y Disney, queda una pregunta: en este juego de poder, ¿qué lugar ocupan las voces de las marcas... y las de los consumidores?

Stéphane LE BRETON

9/28/20255 min leer

Un Big Bang mediático bajo estrecha vigilancia política

La fusión entre Paramount y Skydance, aprobada por la FCC tras meses de negociaciones, marca el nacimiento de un gigante del entretenimiento: cine, televisión, streaming, franquicias míticas como Misión Imposible o Star Trek. Valor: cerca de 28 000 millones de dólares.

Aunque este acuerdo asciende a decenas de miles de millones, es mucho más que una simple historia financiera. Es el signo de un terremoto cultural y político: Hollywood cambia de manos bajo la atenta mirada de Washington, donde la sombra del CFIUS —y la presión de la Casa Blanca— pesa ahora sobre este tipo de acuerdos.

Las condiciones establecidas para validar esta megafusión —el abandono de ciertas políticas internas (DEI: diversidad, equidad e inclusión), el nombramiento de un «ombudsman», un mediador editorial encargado de supervisar los sesgos editoriales— no son detalles técnicos.

Las señales enviadas son claras: esto demuestra hasta qué punto, en 2025, poseer un medio de comunicación también significa gestionar una relación de poder político. La concentración mediática ya no es solo una cuestión de mercado, sino que está filtrada, autorizada y, en ocasiones, instrumentalizada por el poder político. Cuando programas estrella como Jimmy Kimmel Live! o The Late Show with Stephen Colbert desaparecen de la parrilla tras críticas consideradas demasiado atrevidas, la demostración es brutal: la libertad de expresión sale cara, incluso a los más grandes.

Más potencia... pero menos diversidad de voces

La fusión entre Paramount y Skydance viene acompañada de grandes promesas: presupuestos colosales, franquicias míticas, sinergias entre el cine, la televisión y el streaming. Sobre el papel, es una situación en la que todos ganan: audiencias aún más masivas, una difusión mundial racionalizada y anunciantes que acceden a inventarios premium con un solo contrato.

Pero detrás de esta glamurosa narrativa, la realidad es más ambivalente. Cuanto más se concentra el panorama, más se uniformizan las voces editoriales.

  • Para el espectador, la oferta parece generosa, pero cada vez está más estandarizada. Éxitos de taquilla calibrados, series con licencia, narrativas pensadas para seducir al mayor número de personas posible: es difícil encontrar historias alternativas cuando todo se decide en un círculo restringido de conglomerados.

  • Para los anunciantes, el poder es innegable. Pero este poder tiene un precio: una dependencia cada vez mayor de unos pocos actores capaces de fijar sus condiciones. Comprar visibilidad, sí. Comprar diversidad de contexto, mucho menos.

  • Para las agencias de medios, el margen de maniobra se reduce. Los inventarios premium están controlados por tres o cuatro grupos mundiales, y el equilibrio de poder ya no es el mismo: se negocia frente a cuasi monopolios, no en un mercado abierto.

A corto plazo, la audiencia está ahí. Pero a largo plazo, la confianza se va desvaneciendo. Cuando un consumidor tiene la impresión de que todo lo que ve proviene de los mismos estudios y que todo lo que oye en la publicidad sigue el mismo patrón, se desconecta. El mensaje publicitario «bruto» pierde credibilidad, ya que se percibe como parte de un sistema cerrado.

En pocas palabras: el poder de los conglomerados garantiza la exposición, pero no la adhesión. Y es precisamente ese vacío —entre la audiencia masiva y la confianza frágil— lo que pueden llenar dispositivos como BuyTryShare.

El reto de las marcas: encontrar una voz creíble en un mar de desconfianza

La ecuación parece paradójica: nunca antes las marcas habían tenido tantas oportunidades de llegar al gran público, y nunca antes el gran público había dado tan poco crédito a sus mensajes. Las fusiones entre gigantes de los medios de comunicación garantizan audiencias planetarias, pero encasillan las campañas en un marco que se percibe como uniformizado, controlado e incluso politizado.

Un anuncio televisivo premium, emitido en horario de máxima audiencia, puede impresionar por su calidad de producción. Sin embargo, ya no basta para convencer. Peor aún: cuando se asocia a un medio sospechoso de parcialidad o influencia política, puede generar desconfianza inmediata. El espectador no solo juzga el producto, sino también el canal que se dirige a él.

Ahí reside el verdadero reto. Para destacar, una marca no debe gritar más fuerte que las demás, sino inspirar más autenticidad. El consumidor moderno se ha convertido en un lector de códigos: analiza las promesas, detecta los discursos demasiado formateados, identifica la mecánica publicitaria que se esconde detrás de cada imagen pulida. Ante él, el artificio ya no engaña..

Lo que busca ahora es una validación tangible: la prueba de que el producto funciona, que otros lo han probado y aprobado. No un eslogan repetido, sino un eco humano. En un mar de desconfianza, la voz creíble no es la que resuena más fuerte, sino la que suena auténtica.

BuyTryShare: cuando la prueba se convierte en el centro de las campañas

En este clima saturado de promesas y minado por la desconfianza, BuyTryShare actúa como un soplo de aire fresco. Su principio es sencillo, casi obvio: ¿por qué pedir a una marca que asuma sola la carga de la convicción, cuando ya cuenta con el mejor aliado posible, sus propios consumidores?

Mientras que una campaña clásica se limita a un eslogan o una imagen impactante, BuyTryShare amplía la historia. Cinco segundos bastan. Una opinión real y verificada que prolonga el anuncio publicitario y lo cambia todo: el espectador ya no solo recibe un discurso, sino que asiste a una validación. El mensaje deja de ser una promesa descendente para convertirse en una prueba compartida.

Esta ruptura es mínima en apariencia, pero decisiva en la experiencia. En un universo en el que cada anuncio puede ser sospechoso de estar formateado o manipulado, este respiro humano actúa como una garantía: «otros como usted ya lo han comprado y se lo recomiendan». La mirada cambia, la atención se fija, la confianza se instala.

Y ahí reside toda la fuerza del dispositivo: la marca no renuncia al poder de los grandes medios de comunicación, sino todo lo contrario. Lo aprovecha al máximo, pero inyectándole una dimensión de autenticidad que ni la tecnología, ni la política, ni la sobrepuja presupuestaria pueden comprar.BuyTryShare ne promet pas d’inventer une nouvelle publicité. Il promet de reconnecter la publicité à ce qui la rend efficace depuis toujours : la preuve qu’un produit fonctionne, vue et entendue par tous.

A la sombra de los gigantes, la voz que resiste

La fusión entre Paramount y Skydance no es solo un acuerdo financiero más. Ilustra una época en la que la concentración mediática se acelera a una velocidad sin precedentes, en la que la política se cuela en las redacciones y en la que el espectador desconfía de lo que se parece demasiado a una máquina bien engrasada. Cuanto más se amplifican los megáfonos, más se erosiona la confianza.

Es precisamente esta voz la que BuyTryShare pone en primer plano. Al integrar el testimonio verificado del consumidor en el corazón mismo de los formatos publicitarios más potentes, BuyTryShare ofrece a las marcas un anclaje auténtico en un océano saturado de relatos calibrados.

Es precisamente esta voz la que BuyTryShare pone en primer plano. Las fusiones continuarán, los imperios mediáticos crecerán, las presiones políticas persistirán. Pero siempre quedará algo que ni los conglomerados ni los gobiernos pueden comprar o censurar: la confianza que nace de una opinión sincera. Y es esta voz inquebrantable la que BuyTryShare decide amplificar.